Asistentes digitales para personas con discapacidades

Hoy en día, con el auge de lo digital, la tecnología ha impulsado la creación de instrumentos que cambian nuestro día a día, siendo los ayudantes virtuales un buen caso. Estas novedades, desde sistemas de voz como Siri y Alexa hasta apps de contacto y aparatos para controlar la casa, han probado ser recursos muy útiles, sobre todo para gente con alguna discapacidad. El meter estas tecnologías en la vida común no solo busca hacer más fácil el acceso a datos y servicios básicos, sino que también fomenta más independencia y poder para quienes lidian con distintos impedimentos físicos y mentales. Al dejar que la gente haga cosas de diario, como manejar su horario, controlar aparatos electrónicos o hablar con familia y amigos, los ayudantes virtuales se vuelven aliados claves que abren nuevos caminos . 

Además, el poder ajustar estas herramientas es algo clave que las hace aún más rendidoras. Cada quien tiene gustos y necesidades diferentes, y los asistentes digitales pueden adaptarse a esto, dando soluciones hechas a la medida que mejoran el uso. Esto es muy importante para gente con discapacidades, ya que podrían necesitar ajustes específicos para usar la tecnología bien. Pero, pese a lo bueno que traen estos asistentes, también hay retos y cosas a tener en cuenta. La dependencia de la tecnología, los miedos sobre la privacidad, la seguridad de la información y lo accesible que sea el costo son solo algunas de las cosas que pueden pasar. Por eso, es clave hacer un análisis parejo que mire lo bueno y lo malo de los asistentes digitales. Así podremos entender bien cómo afectan la vida de gente con discapacidades y buscar un futuro donde la tecnología sea realmente para todos y fácil de usar.

• Un ejemplo de ayuda digital para personas con problemas  visuales .

https://www.konradlorenz.edu.co/noticias/ia-personas-con-discapacidades/  

Beneficios

Más autonomía e independencia personal: Los asistentes virtuales, sobre todo los que funcionan con la voz como Siri, Alexa o el Asistente de Google, les dan la oportunidad a individuos con limitaciones visuales o de movimiento de llevar a cabo actividades diarias a través de instrucciones habladas.  Así, pueden manejar aparatos del hogar (como luces, persianas o la temperatura), buscar datos o comunicarse, lo que promueve su autonomía. 

Accesibilidad: 

Estos asistentes simplifican el acceso a datos y servicios sin tener que usar pantallas o teclados, algo muy práctico para personas con problemas de visión o movilidad reducida. 

Comunicación para todos: La inteligencia artificial puede traducir el lenguaje de señas a voz, transformar sonidos en luces o crear subtítulos automáticos para personas con dificultades auditivas, lo que mejora la comunicación inclusiva. 

Ayuda para moverse y estar seguros: La conexión con casas inteligentes y coches que se conducen solos contribuye a mejorar la movilidad y seguridad de personas con limitaciones físicas. 

Sencillez para personas con diferentes discapacidades: Herramientas como ChatGPT son accesibles para personas con problemas de visión, audición, movimiento o dislexia, usando lectores de pantalla, comandos de voz o dispositivos especiales. 

Inconvenientes

 Problemas de privacidad de datos: Los asistentes virtuales están continuamente escuchando para entender las órdenes, lo cual podría ser una invasión de la privacidad para ciertos usuarios. 

Errores y exclusión en la creación: Si los sistemas de IA no toman en cuenta correctamente la variedad de discapacidades, podrían ser inaccesibles o discriminatorios, por ejemplo, si no incluyen descripciones de imágenes para personas con discapacidad visual o no proponen alternativas para personas con discapacidad auditiva. 

Precios altos: Los dispositivos y tecnologías relacionadas podrían resultar costosos, lo que dificulta el acceso para muchas personas con discapacidad. 

Poco uso a pesar de conocerlas: A pesar de que muchas personas con discapacidad están al tanto de estas tecnologías, solo un pequeño número las utiliza, posiblemente por falta de capacitación, accesibilidad o confianza.